Uno de los conceptos básicos que tenemos que saber
para entrar en materia es “Tecnología”, esta se puede definir como el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten diseñar y crear bienes y servicios que
facilitan la adaptación al medio ambiente y satisfacen tanto las necesidades
como los deseos de las personas. Originalmente las primeras tecnologías estaban asociadas a la
supervivencia del ser humano pero hoy día su función ha cambiado, la mayoría de
la tecnología se destina a la satisfacción de deseos (debemos tener en cuenta
que la mayoría de esos deseos son creados de forma artificial y su finalidad es
esencialmente fomentar el consumismo). Popularmente se tiene una visión
positiva de la tecnología puesto que nos ayuda en los retos diarios como puede
ser en el transporte, la comunicación,la salud, ect. Nuestra vida está repleta
de tecnología y por ello la asumimos como algo natural y positivo. Pero no
debemos obviar su otra cara, y es que no se reflexiona suficiente sobre los
efectos negativos que se derivan de los usos de esta evolución tecnológica como
pueden ser la pérdida de libertad, efectos adversos en nuestra propia salud,
las consecuencias ecológicas, etc.
Indagando acerca del tema me
encontré con una pequeña sorpresa, un vídeo argentino que respondió algunas de
mis dudas y que me pareció muy interesante, por ello os lo adjunto.
En el
vídeo,hay una serie de temas que quiero destacar. Concretamente uno de
los conceptos que me parecen más impactantes es la DOSIFICACIÓN
DE LA TECNOLOGÍA, este término hace referencia al ejercicio de exponer
de una
forma gradual determinados productos al mercado, de manera que cuando un
producto se acaba de poner a la venta, las multinacionales ya tienen
diseñado
otro producto más novedoso con más aplicaciones que dejará “obsoleto” al
otro y
por tanto nos entrarán deseos de comprar el nuevo producto, y si no es
así ya se
encargan ellos de generar ese deseo a través de la publicidad, de forma
que
todo entra a formar parte de un gran negocio. Pero todo esto sucede a
espaldas
de la mayoría de la población, y lo peor es que aquellos que sí tienen
constancia de esto no pueden hacer nada (porque no tienen los recursos
suficientes) o no quieren (porque les sale muy rentable).
Hemos de tener en cuenta que el actual mercado que gira en torno a la tecnología influye directamente en nuestro medio ambiente, puesto que al producirse demasiados aparatos con una escasa vida debido a su rápida obsolescencia se crean muchos desechos y la mayoría con una alta toxicidad, por tanto esto provoca una degeneración del planeta. Quiero dejar claro que esto no lo provoca la tecnología sino el uso que la sociedad hace de ella. Por ejemplo he de admitir que hasta hoy nunca había sabido de la existencia de la energía libre (la culpa de no saberlo es mía por no estar actualizada), esta energía se realiza con un sistema que se retroalimenta, por tanto estamos hablando de que su energía es inagotable, gratuita y limpia. Este novedoso avance podría ayudar a reducir la contaminación y la explotación de la naturaleza (por ejemplo si usamos este sistema para el transporte, ya no se necesitaría extraer el petróleo para dicho fin). Pero desgraciadamente este invento tiene escasa difusión y aplicación debido a su baja rentabilidad. Si la sociedad se involucrase más en los avances tecnológicos, estuviese más informada y preparada para hacer valer los derechos comunes quizás este tipo de negocios dejarían de existir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario