El teletrabajo o trabajo a distancia, es la posibilidad que
tiene un empleado de trabajar fuera de las instalaciones de la empresa pudiendo
hacerlo desde su propia casa o en cualquier otro lugar mediante el uso de
tecnologías de la información y de la comunicación. Para acercarnos un poco más
a esta modalidad de empleo veamos el próximo vídeo. En él nos adentramos en las
ventajas e inconvenientes de mano de dos teletrabajadores.
Para poder trabajar con esta modalidad antes se deben
cumplir una serie de requisitos, para empezar el trabajo debe ajustarse a unas
condiciones, además la empresa debe ofertar la posibilidad de esta práctica, ya
que legislativamente la posibilidad de optar por esta decisión recae en manos
de la empresa. Superadas estas trabas y una vez obtenida la conformidad del empleado se comenzarían a
negociar las cláusulas del contrato por parte de trabajador y la empresa (modo
de entrega, horario de disponibilidad del trabajador, etc.). Actualmente en España existe un vacío legal en
torno al trabajo a distancia, y eso provoca en ocasiones confusiones por parte
de los trabajadores. Incluso existen diversas estafas que emplean la escusa del
teletrabajo para sacar tajada. Precisamente debido a la desfavorecida situación
laboral que España atraviesa, este tipo de estafas se multiplican. A
continuación os dejo un artículo sobre la proliferación de estas estafas y su
modus operadi.
Personalmente creo que el trabajo a distancia es una nueva modalidad muy atractiva, en la que intervienen una serie de factores como las dotes personales del empleado entre otras, pero creo que estas pueden entrenarse y adaptarse a las condiciones necesarias para el buen funcionamiento. No olvidemos que es una opción muy poco desarrollada y muy joven sujeta actualmente a los límites que las tecnologías de la información y la comunicación nos imponen pero en un futuro todo puede cambiar.
En la entrada anterior hemos hablado de la importacia de la información siguiendo esa misma temática os adjunto una entrada de otro blog donde se reflexiona acerca de lo expuesto anteriormente bajo la perspectiva de una documentalista web.
Analicemos los aspectos más
destacables, Fuensanta Martínez dice que "se ha pasado de obedecer a los
medios de comunicación a crear nuestros propios círculos de información,
basándonos en nuestras ideas y opiniones". A mi modo de ver, eso es verdad
hasta cierto punto, porque aunque una parte de la población sí crea sus propios
círculos de información, la otra parte no posee los recursos necesarios
(capacidad crítica, etc.) para ello. Y eso sin contar con que los medios de
comunicación condicionan la información recibida de toda la población queramos
admitirlo o no. Además la documentalista apuesta porque alguien debe organizar
la información para que esta sea transmitida, yo estoy de acuerdo pero siempre
teniendo en cuenta unos aspectos éticos, porque organizar no es sinónimo de tergiversar.
Bueno debido a que los medios de
comunicación están muy relacionados con la información que asimilamos, he
adjuntado un documental muy interesante. Una recomendación al comienzo de este
vídeo se hacen entrevistas intentad responder las preguntas la primera vez que
las escuchéis y luego comparadlas con la de las demás personas que son
entrevistadas, los resultados son muy curiosos.
La película Piratas de Silicon Valley comenzaba con una frase
que me llamó mucho la atención “La información es poder”. Esa frase que para
muchos pasó desapercibida es en realidad un aspecto clave en todos los sucesos
que acontecen entre Steve Jobs y Bill Gates. Si habéis visto la película
recordareis la traición de Bill, que plagio la idea de su compañero, pero lo
hizo porque Jobs le reveló información privilegiada, si Gates no hubiese tenido
acceso a esos datos la historia sería diferente.
La idea que me interesa extrapolar a otros ámbitos es que la información
te da la opción o el poder de elección. En realidad es un tema muy general y quiero que quede claro que pienso que la información
que poseemos nos determina o influye muy directamente. Esta idea se puede
plasmar en muchos ámbitos de nuestra vida diaria como por ejemplo la educación.
Centrémonos en el papel que ejerce el docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El profesor es un alumno que ha recibido, procesado y asimilado información que
le ha permitido desarrollar una serie de destrezas o habilidades que le
capacitan para la función de enseñar. Por tanto el aspecto clave del trabajo de
ese mentor lo determinará tanto la información que recibió en su día como la
que actualmente procesa. Pero vayamos más allá, pensemos en el rol del maestro en el
aula, tradicionalmente los profesores eran reconocidos como transmisores de
información a los alumnos, esa era una de las funciones más básicas, conocidas
e importantes, absorbidas socialmente. Y tomando como referencia esta y otras
funciones se estructuraron unos roles con unas características concretas
preconcebidas tanto para el docente como para el alumno, posteriormente se creó
un sistema de educación en base a todo ello. Es decir como bien sabemos a lo
largo de la historia de la educación ha ido evolucionando pero siempre en base
a un modelo estereotipado. Y por eso cuando la evolución toca a nuestra puerta
y los alumnos tienen acceso a toda la información que deseen, los roles
establecidos ya no sirven, porque han cambiado, pero conceptualmente siguen
vigentes (tenemos la misma legislación, y muchos siguen con los mismos
idearios, etc.), ello desemboca en un posible factor del fracaso escolar.
Para concluir os dejo una frase que invita a la reflexión según
Konrad Adenauer “Vivimos bajo el mismo
cielo pero nadie tiene el mismo horizonte”.
En algunas entradas anteriores hemos hablado sobre la
influencia de las nuevas tecnologías en la sociedad. ¿Hasta qué punto nos
dejamos influir por esas tecnologías?
Ahora vamos a centrarnos en uno de los grandes avances
tecnológicos que provocó una gran revolución social y que incluso actualmente
sigue estando en la mayoría de los hogares de todo el mundo es la televisión.
Todos la conocemos, es un sistema de transmisión y recepción de imágenes en
movimiento y sonido a distancia que emplea un mecanismo de difusión. Algunos la
llaman “la caja tonta”, pero la realidad es que muchas personas dedican gran
parte de su tiempo de ocio y tiempo libre en observarla. Por tanto no tenemos
que ser muy inteligentes para deducir que si tanta gente se dedica a mirar la
tele los contenidos que en ella se difunden tienen un gran poder social.
Según Sartori, con la llegada de la televisión “se pasa de
pensar en cosas que no se ven a NO PENSAR EN COSAS QUE SE VEN”. Esto es
totalmente cierto, alguna vez habéis escuchado el dicho “vale más una imagen
que mil palabras”, pues con la televisión esa imagen ya se tiene, por tanto de
entrada ya tiene una credibilidad superior a cualquier cosa que un individuo
pueda escuchar o incluso pensar, por tanto algo que vemos tiene que ser verdad,
y ¿para qué dedicar tiempo a pensar en otras cosas? Sí es más fácil limitarse observar.
Para Sartori: “La televisión invierte la evolución de lo sensible en lo inteligible y lo
convierte en ictu oculi, en un regreso al puro y simple acto de ver. La
televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia
nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de
entender".
Debemos tener en cuenta que actualmente con la televisión se
difunde información acerca de los sucesos más o menos importantes de cada
jornada (¿quién no ha visto un telediario?). Por tanto realiza una función muy
importante, la de mantener “actualizada” a la población sobre diversos temas
(aunque las informaciones en ocasiones sean verdades a medias).
Sobre esto Sartori tiene
su particular punto de vista y dice:"A mí no me interesan todas las informaciones.
La información de que un gato ha muerto es trágica pero no me interesa; que
salvaron a una ballena me conmueve, pero en última instancia esa ballena morirá
porque también las ballenas mueren; que mataron a un perro y hay que ver si se
trata de asesinato me hace reír, pero no me parece un elemento importante de mi
formación cultural. Me interesa la televisión que informa, al mismo tiempo que
forma una opinión pública sobre las cosas públicas, y por consiguiente sobre la
política".
La realidad es que
la televisión tiene un gran poder debido al número te telespectadores, y por
tanto es responsable de generar una opinión pública en torno a una determinada
cuestión. Precisamente este es un gran peligro, o mejor dicho un gran problema,
porque la opinión pública no debería estar tan influenciada por estos medios.
Sartori pone especial atención a la opinión pública de cosas públicas que
genera este tipo de tecnología. Y no es para menos porque de alguna forma es
como si nos indujesen a que tenemos que pensar, que postura tomar ante una
situación concreta, o por ejemplo a qué partido tenemos que votar. Precisamente
el tratamiento que la televisión hace de la política es otra de las cuestiones
con las que Giovanni muestra su carácter ya que él piensa que no se le da a la
política la importancia que merece textualmente dice: "Si la política produce una ciudad
incorrecta terminamos en prisión. Si la política se equivoca nos empobrecemos,
comemos poco y mal. La paradoja es que dependemos cada vez más de la política,
porque la política interviene cada vez con mayor frecuencia, pero cada vez nos
interesamos menos por la política", su hipótesis es que este desinterés viene producido por una mala
explicación, porque la población no se interesa por algo que no comprende.
Concluyendo la socialización audiovisual anula la
capacidad de abstracción y, consiguientemente, atrofia la función del
intelecto. Para Sartori, la televisión, en términos culturales y de valores,
destruye mucho más de lo que transmite. "La televisión -dice
Sartori-premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la insensatez y
multiplica al homo insipiens". Pero también
produce efectos perversos sobre la sociedad democrática, en la medida que sólo
da espacio político a una pequeña nómina de políticos y desplaza a la oscuridad
pública a los restantes. En una sociedad donde se da valor a lo visible, se
produce la paradoja que de la mayoría pasa al estadio de lo invisible, queda
fuera de la huella mediática.
Para Sartori, la democracia parte de la existencia de un electorado con
capacidad de elección. Sin embargo, la televisión cambia el escenario, ya que
sus estímulos de opinión no reflejan la realidad. Cuando los políticos toman en
consideración los sondeos de opinión, ésta es, en realidad, la expresión de la
agenda y los valores que la televisión ha suministrado a la audiencia.
En cuando a la calidad informativa de la televisión, Sartori entiende que no
sólo ofrece menos contenidos y peor contextualizados de lo que ofrecen otros
medios, sino que banaliza, empobrece y falsea la información, fruto de una
práctica profesional autodefensiva en la que se asume que la televisión es
necesariamente así.
Pero para tener en cuenta las opiniones e hipótesis de
Sartori debemos de tener en cuenta su trayectoria.
Sartori nació
en Florencia, Italia, estudió ciencias sociales en la universidad de su ciudad
natal. Docente de filosofía moderna y doctrina del Estado, impulsó la creación
de la primera Facultad de Ciencias Políticas en Italia, la Cesare Alfieri. Ha
ejercido la docencia en las universidades de Stanford, Yale, Harvard y
Columbia. Profesor emérito de las universidades de Florencia y Columbia en
Nueva York. Es doctor honoris causa por las universidades Georgetown de
Washington (Estados Unidos), Guadalajara (México) y Buenos Aires (Argentina).
Fundador y director de la Rivista Italiana di Scienza Politica (1971-2003). Es
premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2005. Sus
trabajos en torno a la ciencia política y a los sistemas políticos se han
aproximado al mundo de la comunicación cuando ha analizado el papel de los
medios en la sociedad actual, especialmente en Homo videns. La sociedad
teledirigida (versión española editada por Taurus, Madrid, 1998;
portuguesa, Homo
videns. Televisão e pós-pensamento, Terramar, Lisboa, 1999 y Edusc,
Bauru, 2001), y Videopolítica.
Medios, información y democracia de sondeo, México, Fondo de
Cultura Económica-ITESM, México DF, 2005. Es miembro de la Accademia Nazionale
dei Lincei y editorialista de Corriere della Sera. Desde 1988 es vicepresidente de
Societá Libera, destinada al estudio y la promoción de los ideales liberales en
la sociedad.
Por
último destacar que me parecen muy interesantes las posturas y los argumentos
de Sartori,puesto que me aportan nuevos puntos de vista. Además para poder comprender totalmente la visión que este autor tiene sobre la televisión, me parece imprescindible adjuntar un vídeo acerca de las teorías de Sartori, concretamente acerca de la concepción de la
democracia.